domingo, 10 de enero de 2010

Planeando el segundo viaje - Mérida (MEX)


Me encuentro en este momento navegando en Internet. La página web protagonista en el monitor de mi computadora es la de una línea aérea. En mi mente se mantiene fuertemente el deseo de viajar a Mérida. Tengo personas conocidas en esa ciudad y desde que el año pasado tuve la oportunidad de estar en Cancún, me quedé con las ganas de visitarlas.

Entre la investigación que realizo antes de irme, busco hostales, lugares donde pueda comer a un precio accesible y por supuesto que los sitios más atractivos para hacer turismo. Ese sexto sentido que he desarrollado con mi carrera universitaria de Periodismo me hace sentir interés por conocer sobre algún medio de comunicación propio de la ciudad en donde planeo estar.

Varias dudas llenan mi mente. ¿Cómo será el pueblo? ¿Tendrán tiempo mis amigos meridanos para mostrarme la ciudad y salir conmigo? ¿Qué es el zócalo, debo usar mi instinto y averiguarlo, o solamente esperar y llevarme la sorpresa cuando lo tenga justo frente a mí? Eso lo voy a decidir después. Voy a viajar solo, tendré que jugarme mis cartas y enfrentar las diversas situaciones por mi cuenta cuando esté allá. Eso me resulta algo intimidante, pero según mi concepto, es lo que le da emoción al estilo de viajar de los “mochileros” (backpackers).

Un gran atractivo que tiene Mérida es Chichen Itzá. Mirar ese monumento por fotografías es lo que te invita a visitarlo. Es “la meca” de toda persona que tenga la bendición de llevar un estilo de vida que incluya viajar por el mundo. Desde luego, espero estar allí.

Soy católico, estuve leyendo que en Mérida la mayoría de personas también. Suena interesante visitar la catedral más antigua de todo el continente americano. Muchas veces las personas no sabemos la historia de nuestro propio pueblo, pero como reconozco la superioridad mexicana en lo que es cultura, es innecesario decir en esta redacción cuál es ese templo.

¡Ah! Se me olvidaba, también quisiera ver fútbol, soy aficionado a ese deporte (ojala pueda jugar algún partidito). Además de que disfruto de observar partidos de béisbol y se que tienen un estadio de alto nivel. Espero que en siete días me de tiempo para conocer todo lo que quiero.

La expectativa que se genera antes de un paseo tan importante es increíble. Este viaje marcará el inicio de una vida en la que espero conocer muchos lugares recorriendo el mundo en solitario. Puede ser que tanta emoción -combinada con algo de temor- sea algo propio de un novato. Ya lo veré con los años.

Para terminar, el disfrute de mi paseo depende de que yo ignore casi al 100% las interrogantes que llueven sobre mi persona. Siempre debo ser calculador y no lanzarme totalmente a la aventura. No sé si cuando esté allá será evidente para los lugareños que soy extranjero, imagino que hasta que abra la boca se darán cuenta de eso. Confío en el calor y en el buen trato de los mexicanos, sé que estaré muy bien.

El primer viaje - Cancún (MEX)


El verdadero inicio de una vida en la que espero andar por muchos países del mundo se dio en el año 2009. El destino fue Cancún (México), en un paseo familiar totalmente "patrocinado" por mi padre.

Lo primero que se me puede venir a la mente es el temor al avión. Las piernas temblando y el corazón "a toda máquina", eran símbolo inequívoco del miedo a lo desconocido.

La prueba fue superada. Un par de movimientos bruscos del aeroplano durante el vuelo, fueron poco en comparación con lo que esperaba. ¡Estaba en Cancún luego de 1 hora y 50 minutos de haber salido de Costa Rica!

Nos recibió una leve -pero preocupante- lluvia. Llegamos a nuestro hotel y nos acomodamos. El primer día fue más que todo de exploración y comentarios acerca de lo que era el primer vuelo para todos en mi familia.

Al amanecer del segundo día de aventura, el destino fue el centro de Cancún, exactamente un lugar llamado "Mercado 28". En ese sitio compramos algunos souvenirs de costo económico moderado. Yo me hice de una camiseta no original del
equipo de fútbol de la ciudad: Atlante FC por el precio de 20 dólares estadounidenses. Después de las compras, fui al estadio Andrés Quintana Roo y lamentablemente apenas pude hacerle unas fotografías desde afuera, ya que estaba cerrado.

En la jornada número tres, las ruinas arqueológicas de Tulum fueron nuestro destino. Simplemente algo increíble. No imagino como los mayas hicieron para edificar esa ciudad tan completa. No voy a hablar más, con las fotos es suficiente:







Un regreso rápido a casa nos dio el cuarto día, en el avión ya todo era más tranquilo y así la primera aventura de este viajero terminaba con todo excelente, gracias a Dios.